Juzgado por obligar a niñas a desnudarse a cambio de llevarlas a Eurovisión Junior
El vecino de Lloret de Mar acusado de fingir una falsa identidad en internet para conseguir vídeos pornográficos de menores, José D., ha reconocido durante el juicio de hoy en la Audiencia de Girona que solicitó ese material a las jóvenes, aunque ha negado que las obligara.
El vecino de Lloret de Mar acusado de fingir una falsa identidad en internet para conseguir vídeos pornográficos de menores, José D., ha reconocido durante el juicio en la Audiencia de Girona que solicitó ese material a las jóvenes, aunque ha negado que las obligara.
El fiscal ha solicitado una pena de 24 años de cárcel por seis delitos de elaboración de material pornográfico y dos de coacciones, ya que José D. también está acusado de amenazar a las menores con difundir las fotos y los vídeos por Internet si se echaban atrás, mientras que la defensa ha reclamado la absolución.
La denuncia contra el acusado la interpusieron seis menores de entre 11 y 15 años que aseguraron que el procesado les decía que tenían que hacerse fotos desnudas y grabar vídeos pornográficosque él utilizaría para llevarlas al concurso Eurovisión Júnior o para hacerlas entrar en clubes de seguidores de sus ídolos.
Según el fiscal, José D. contactó con las víctimas a través de chats y foros y les hizo creer durante año y medio que era un representante de grupos musicales como Rebelde y Tokio Hotel hasta que fue detenido en agosto de 2008.
A preguntas del fiscal, durante la vista oral, el acusado ha reconocido que entró en contacto con más de 40 personas a través de direcciones de correo electrónico en las que se presentaba como buscador de talentos, se hacía pasar por menor de edad o preguntaba por seguidores del grupo Tokio Hotel para montar un club de fans.
Les pedía vídeos en posturas sexuales y masturbándose
José D. ha afirmado que lo hacía como juego y por curiosidad, ya que no sabía la auténtica identidad de los contactos, y ha reconocido que les dijo a las jóvenes que tenían que hacer unas pruebas para ser seleccionadas y, entre otras, debían hacerse fotos desnudas, grabar vídeos en posturas sexuales e, incluso, masturbándose.
El acusado ha mantenido que, hasta que le detuvieron, no creyó nunca que las personas con las que hablaba a través de Internet y le mandaban las imágenes fueran realmente niñas.
Según José D., vivía en un mundo “irreal” y creía que sus interlocutores eran hombres que se hacían pasar por niñas y que le mandaban fotos y vídeos sacados de Internet.
El procesado guardaba las fotos y los vídeos de contenido pornográfico tanto dentro del ordenador como en un total de 27 CD”s, pero ha negado haberlos difundido de ninguna forma y tampoco ha admitido haber obligado a las chicas a seguir mandándole material.
Por su parte, las afectadas han declarado que las amenazó para seguir recibiendo material y una de ellas ha asegurado que,
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